Soy fotógrafo profesional y tengo un trabajo de encargo para un fabricante de ropa interior.
He quedado para recoger a la modelo elegida por el fabricante en el Gran hotel de mi ciudad. Le he pedido por teléfono que se depile totalmente y que no lleve nada de ropa ajustada que pueda dejar marcas en la piel. He visto los modelos que se probará y son un tanto especiales, nada de colores pastel ni nada de eso.
Me han dicho en la agencia de modelos que es pelirroja y de piel muy blanca, creo que será perfecta para contrastar con el color negro que predomina en la colección.
Nos espera un chalet con un estupendo jardín de un aficionado al bdsm que está decorado para el uso como mazmorra de lujo. Tiene un salón con chimenea, un armario jaula, un cuarto de torturas con toda clase de fustas, látigos, cadenas, potro, en fin, el paraiso por un alquiler que sólo una empresa potente puede pagar.
Es la ocasión de mi vida para disfrutar de un entorno alucinante con una modelo flipante... ahora solo falta que a ella le vaya la marcha y quiera ser parte activa y además de trabajar podamos jugar a ser amo y esclava.
Lo tengo todo preparado, cava, comida, flores, luces, ropa, climatización, incluso un guión para las fotos y los modelos a fotografiar.
Ya estoy llegando al hotel, estoy impaciente por conocerla y despejar mis dudas sobre sus apetitos mas secretos. Aparco en la puerta un descapotable alquilado, me encanta trabajar con empresas tan detallistas.
El recepcionista me indica que me espera en la cafetería. No hay otra pelirroja en el salón, está hablando por el móvil, lleva un kimono negro de cuello cerrado, es largo y abierto desde los muslos. Tiene unas piernas finas pero no delgadas. Me gusta esta chica.
-Muy bien gracias, si, si, el viaje estupendo- le dice a su agente-
-Eres Lisa? Soy Jean el fotógrafo. ¿Todo va bien? Me alegro, si quieres damos una vuelta por la ciudad y comemos antesde empezar la sesión.
-De acuerdo, me despido y soy toda tuya.
-Vamos al coche y te cuento mis planes.
Hace un día estupendo de primavera, me pongo las gafas de sol antes de salir tras ella y aprovecho para admirar las curvas de su silueta.
-Por aquí. Abróchate el cinturón y arrancamos. Ya sabes el tipo de ropa que vamos a usar, es de un estilo muy fetichista, ¿te gusta la moda sado-maso?
-La verdad es que me encanta, pero solo para casa.
-Ya, es para momentos especiales ¿verdad?
-Si claro, y para personas especiales también.
-Bien, yo pienso igual, ¿te has depilado?
-De arriba a abajo, ¿quieres verlo?
-Espera que pare en el próximo semáforo y te subes un poco la ropa. Si besas la mitad de bien que sonrríes me voy a volver loco por ti.
26 de marzo de 2006
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