Cada uno vive sus experiencias y tiene sus propias motivaciones que configuran un universo paralelo al de los demás. Somos capaces de inventarnos un orden de prioridades que nos permiten asimilar la idea de vida y muerte para darle sentido a este proceso de maduración y crecimiento.
Partiendo de la libertad que nos aleja de religiones y sectas, tenemos que crear una moral propia con valores positivos de auto recarga para sentirnos en paz y disfrutar de la vida.Si intentamos alejarnos de dependencias afectivas estaríamos solos pero tenemos que aprender a ser autosuficientes en casi todo para que la persona amada no tenga que hacer de protector.
Por otro lado no busco otros cuerpos y otras mentes a las que seducir y gozar pues conozco lo difícil de mantener la estabilidad de relaciones abiertas y me siento colmado con mi pareja.
Con estas premisas me declaro libre de pensar en actividades consensuadas de intercambio de poder que incluyen caricias de doble filo, con aspecto amenazante pero que generan placer.
Todo ello me coloca en algún lugar a nombrar por los aficionados a la clasificación, que ignoro, pero que es el mío y en parte el de mi dulce Kali, la dualidad y la unidad, el caos y la muerte.
Así que gozamos de nuestros cuerpos intercambiando pellizcos y tirones de pelo, caricias y azotes, orgasmos y nudos, inmóviles o activos, bailando por la escena, creando innovaciones estéticas.
Hay que ser creativo y estar siempre alerta para observar aquellas actividades que puedan parecer eróticas a nuestro yo interior y explorarlas sin miedo pero con precaución para no generar dolor o daños psicológicos.
Algunas prácticas que pueden parecer de uso común son más propias de s/m, quizá las semillas de estas tendencias pertenezcan a la profundidad de la psique humana relacionada con lo animal.
Puede que sea lo contrario, que la ociosidad de una especie animal dominadora del mundo material haya creado una variedad tal de delicias para disfrutar de los sentidos que algunas tengan componentes de agresividad como aliciente picante que mezcla el miedo al dolor, la dominación y sumisión, el adorno con accesorios de cuero cuerdas y cadenas...
Otro factor que influye en el desarrollo de la personalidad es el entorno social, y este puede crear algún tipo de desviación o simplemente provocar el rechazo de la juventud contra las normas establecidas que, en cada generación, tratará de ser diferente para reafirmarse.Si lo sumamos todo ello es raro que no haya más personas con esta afición por lo oculto.
Nunca sabré porque tengo esta tendencia pero recuerdo sueños eróticos en mi despertar sexual infantil relacionados con la imagen de Cristo en la cruz en los que yo me veía en su lugar.No se porque pero en la Biblia familiar vi los primeros desnudos -pudorosos- y la lectura del antiguo testamento introducía pasajes escabrosos sobre mi mente infantil.
No abundaré sobre la obsesión de los confesores que me hizo olvidarme de este sacramento optando por cantar en el coro para evitar su acoso desde los once años.
Otro recuerdo, las imágenes en blanco y negro de la película "La semilla del diablo", que vi en un despiste de mis padres, en la que se ve la posesión satánica de Sharon Tate atada a un altar ritual y arañada de arriba abajo por un temible Lucifer antes de ser poseída.
Creo que experiencias similares han podido formar parte de la historia personal de los nacidos en un país católico como lo era España hasta hace poco.
No tengo recuerdos traumatizantes ni me reconozco como enfermo mental, me sentía un poco raro hasta encontrar dibujantes en la red que exibían actitudes sado-maso.
Personalmente siento rechazo por actividades de fuerza excesiva que yo enfocaría antes a gastar energías cortando leña por ejemplo.
Al margen de la elección de actividades de manera libre y consensuada me siento incapaz de disfrutar de estéticas sangrientas, abusivas o antihigiénicas que abundan en películas o webs.
Así mismo necesito comentar el rechazo que me produce la utilización de las siglas BDSM o SM para colar imágenes de pederastia que nada tienen que ver con el universo paralelo que nos ocupa.
En nuestro caso, tras años de convivencia con esta actitud adormecida, nos estamos enamorando de nuevo. Las personas crecemos y cambiamos, asumimos o aceptamos nuestros fantasmas para estar en paz con nuestro yo interior y ser más felices y completos, adultos que juegan y ganan.
9 de abril de 2007
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